Mª Eulalia Romero García Enfermera rural en La Zarza Cruz Sencilla de la Orden Civil del Ministerio de Sanidad

María Eulalia Romero García – Enfermera rural – Cruz Sencilla de la Orden Civil del Ministerio de Sanidad

María Eulalia, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:

Nacida en Mérida pero de padres de San Pedro de Mérida, pueblo muy cercano. Estudié la Diplomatura de Enfermería en la Escuela del Hospital Psiquiátrico de Mérida. Desde que terminé mis estudios trabajo como Enfermera en la localidad de La Zarza y aún sigo después de casi treinta y ocho años prestando cuidados de enfermería a los Zarceños.

¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:

Me gustaba Historia y comencé a estudiar en la UNED. En el primer año y por motivos personales decidí dejar la carrera de Historia y comencé Enfermería. Desde que acabé mis estudios he trabajado de enfermera rural y no lo cambiaría.

Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:

Estudiar ya fue un logro. Huérfana de padre desde muy pequeña, mi madre trabajó duro para darnos estudios a mi hermana y a mi. Una vez terminé la carrera empecé enseguida como enfermera rural en el consultorio local de La Zarza. Por entonces, en el año 1985, no existía Centro de Salud y tenía que estar durante 24 horas, todos los días en el pueblo. Tenía la obligación de vivir en él. Durante siete años estuve interina y después al aprobar la oposición elegí quedarme en la misma plaza a pesar de no estar abierto aún el Centro de Salud y seguir estando las 24 horas del día localizada. Evidentemente con esos horarios y con tres hijos no era fácil la conciliación familiar. Pero llegó el día de la apertura, comencé a trabajar ya en el Equipo de Atención Primaria y estuve en sus comienzos durante varios años de responsable de Enfermería. Desde entonces sigo prestando cuidados de enfermería a la población y ya voy por la cuarta generación.

Mi sueño era irme alguna vez de cooperante y conseguí hacerlo en 2014. Participé en el programa de Vacaciones Solidarias de la Fundación para el desarrollo de la Enfermería (FUDEN) y estuve durante mi mes de vacaciones prestando cuidados de enfermería en São Tomé con nueve enfermeros más de diferentes comunidades. Coger neveras e ir a vacunar a las aldeas era lo que siempre había deseado. Fue una experiencia inolvidable a nivel profesional y personal. Nada que ver con el trabajo realizado en la vacunación masiva de covid en IFEME donde también participé.

Hace unos días me concedieron la Cruz Sencilla de la Orden Civil de Sanidad del Ministerio de Sanidad. He tenido el honor de recibirla por toda una vida dedicada a la enfermería rural, algo que para mí ha sido todo un placer más que un trabajo.

¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:

Trabajar y estudiar lo que realmente deseamos. Tener empatía con las personas y compañeros con los que estamos realizando nuestro trabajo.